lunes, 16 de febrero de 2015

Buscar lo que está en las manos

He pasado más de una vez por la simpática sensación de "¡qué cosa!", buscando los lentes que traía puestos. Con eso no pasa nada, pero con otras cosas, sí.

Para quienes tenemos el postergar como talón de Aquiles, "la búsqueda" se puede convertir en el modo perfecto de convencernos de que estamos haciendo algo o a punto de hacer algo, o de que es bueno que no estemos "haciendo algo" porque todavía falta encontrar otro algo. Me cuido de eso porque ha sido mi debilidad. Escribiendo una tesis, caí sucesivamente en la búsqueda de información, en la búsqueda de la mejor expresión, y en la búsqueda de claridad en las ideas; una se puede quedar por ahí durante años. Así, otras personas buscan el momento para emprender, para ir tras su sueño, para atreverse a darle a su vida el giro que quisieran; no lo encuentran porque lo están buscando, y buscar no es encontrar.

Tengo esto en mente porque el fin de semana se me presentó la oportunidad de ver de nuevo, sin ninguna posibilidad de hacer como que no veo o darle la vuelta, la siguiente simpleza: si ya Dios me dijo qué tengo que hacer, no hay nada más que tenga que escuchar y nada que tenga que hacer antes. Si lo hago, estoy de la mano de Dios y pasará lo que tiene dispuesto; si no lo hago, estoy por mi cuenta. Y lo que dijo que hiciera es exactamente lo que dijo, no la versión abreviada, edulcorada o con arreglos; cada cosa que "ajusto" de su instrucción, me deja un poco por mi cuenta.

Silvia Parque

5 comentarios:

  1. Como bien dijiste se corre el riesgo de seguir buscando y no acabar nada. Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Hola. efectivamente, si lo hay que hacer se hace... no se puede luchar contro lo que está predestinado. Seguimos en contacto

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No hacer lo que hay que hacer, es como resistirse a crecer, digo yo :)

      Eliminar
  3. Mmm cómo me gustaría entenderte mejor a veces :)

    ResponderEliminar