domingo, 22 de junio de 2014

Flores

He comprado muchísimas flores. La última vez que tuve muchísimas, fueron un regalo, creo que por mi cumpleaños. Así es con las cosas bonitas que disfrutamos: unas veces vienen de los otros, otras veces nos las damos a nosotras mismas. Esta vez, la señora que las vendía me dio el segundo ramo a mitad de precio, y me regaló el tercero, así que un poco fue de mí y un poco de ella. La verdad es que no tenía intención de comprarlas, pero ella tenía necesidad de vender, y siempre que satisfacemos la necesidad de alguien, salimos ganando.

Las he puesto en un florero que es un cilindro grande de vidrio grueso, recubierto de película anaranjada que se maltrató un poquitito cuando vino de donde vivía a donde vivo; uno de los lujos de mi casa. Lo uso como contenedor de papeles. Antes fue el contenedor de mi toalla y otras cosas para el baño. Pero le tocaban flores -yo no lo sabía-. Así, un día nos llega el momento de gozarnos en lo que estamos hechos para ser.

Silvia Parque

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