- Genere la imagen de la consecuencia negativa que tiene rascarse la cabeza: por ejemplo, de todos los cabellos que pierde, o de cómo queda despeinada.
- Encuentre en qué ocupar las manos -que no sea llevar comida a su boca-, y hágase cargo de ellas.
Silvia Parque
Hay momentos en que las manos son nuestra peores enemigas. :P
ResponderEliminarBesazo
Sí, Dolega, es que son tan manejables por el ansia :S
Eliminar¡Beso!
¿Funciona para otras partes que uno tiende a rascarse?
ResponderEliminarUn abrazo.
HD
No, Humberto, lo lamento, es que el primer punto es muy importante ;) aunque... podría ser vendada la parte que suele rascarse :D
Eliminar¡Un abrazo!
Si las manos son nuestras peores enemigas, entonces qué queda para la combinación mano-boca y con comida de por medio.
ResponderEliminarQué guerra :(
Abrazos, feliz semana!
Bueeeno... pero son enemigas solamente cuando el ansia, la ira, esas cosas las manejan :D ¡podemos evitar esas guerras!
Eliminar¡¡Abrazos, Taty!! ¡Feliz semana!