sábado, 10 de mayo de 2014

Ese paso más


Terminó mi sesión, acordamos algo sobre un asunto independiente al análisis, pagué, recibí el cambio; estaba de pie cerca de la puerta y me detuve. Volteé hacia el diván y exploré el consultorio con la mirada: "me falta algo".

Ella no iba dejarlo ir: "¿y si interpretamos eso?"

Preparamos el término de mi análisis, que puede ser en cualquier momento; un par de sesiones, tres, cinco, o dentro de mil años si no me decido a tomar todo lo que ahora sé sobre mí misma, y actuar diferente a partir de ello. Por supuesto, podría no ir a otra sesión, ese no es el punto; al menos no el importante; el punto es que existe una raya que he pintado sobre el suelo, y que no atravieso; extiendo una pierna para que un pie pase al otro lado, y lo regreso; extiendo un brazo para que una mano pase al otro lado, y la regreso; miro todo el tiempo el horizonte.

Esto se me revela también en mi relación con Dios. Tengo fe; pero para vivir en la fe hay que dar el paso de ponerse verdaderamente en las manos de Dios, y actuar en consecuencia. Es simpático: mi analista y mi pastora coinciden en premisas fundamentales respecto a "mi caso". Yo conozco bien el pronóstico porque lo hago yo misma.

Silvia Parque

2 comentarios: