martes, 22 de abril de 2014

La locura del rito de lo que no importa

He subido la persiana uno del ventanal de mi casa. Y no me deja en paz. A mí me gustaría subir la persiana uno y la persiana dos; pero el artilugio para detener en alto cada persiana, no puede solo con el peso que se supone que detendría, y necesito usar los artilugios de ambas persianas para una sola, que siempre ha sido la persiana dos. Ahora se mojó la persiana dos, y es más conveniente que suba la persiana uno.

Me siento, marco un número de teléfono, enciendo la laptop, pero no estoy en paz. Miro de reojo al ventanal. Quiero subir la persiana dos.- - La persiana dos arriba. - - La dos. - - No la uno.

Así, cuando entro a Internet abro una pestaña para Facebook, otra para Blogger, una tercera para Twitter y al final, la de Youtube. En ocasiones, es: Facebook, Twitter, Blogger, Youtube, en cuyo caso, en cuanto están las cuatro pestañas abiertas, muevo la de Blogger para que aparezca en segunda posición, y no en tercera. Muchas veces, no abro Youtube sino hasta después de un rato; siempre, al final.

A veces, la noción de que está una medio loca, se convierte en certeza.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Jajaja. Leí ésto ayer en el tren desde el móvil y tenía que entrar a comentar, porque me reí tanto con tu última frase que creo que el próximo día los asientos a mi alrededor quedarán vacios.

    Si te sirve de consuelo, me identifico totalmente, he llegado a acumular tantos tics y pequeñas manías que si tuviera que enumerarlas me llevarían un día entero, y a cual más absurda. Pero vamos, creo que nos sucede a todos.

    Besitos

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    1. :D Inma querida: no le sucede a todos. No somos un grupo pequeño, pero creeme: hay gente más normalita ;D ;D
      Me encanta imaginarte riendo en el tren :D
      ¡¡Besos!!

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