En un cambio de casa, el hombre que bajaba el cuadro de la pared para guardarlo, accidentalmente cubrió una parte de la imagen con otra cosa que quedó encima. ¡Ahora sí era yo! Y bonita. Cubriendo un pedazo del dibujo, más o menos donde el cuello se convierte en espalda: era yo.
El asunto me vino a la mente con ESTA entrada de Rodrigo Córdoba y las imágenes que incluye.
El profesor-dibujante es paralítico y tiene una deformidad en la espalda. Vemos el mundo desde donde estamos situados.
Silvia Parque
Qué capacidad de deducción que tienes. Un beso.
ResponderEliminarGracias. Un beso, Susana :)
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