No me gusta ver al fin de semana como un oasis en medio de rutina agobiante (algo de eso decía por AQUÍ). En ese caso, el gusto del domingo es como alcoholizarse para olvidar las penas. Prefiero que cada día sea bueno; pero en medio de lo bueno, es bueno que algo sea destacable...
Los domingos me gusta echarme a ver películas, a descansar, a disfrutar de la compañía si hay compañía. A veces me complace salir a almorzar. (Los almuerzos son geniales porque la cuenta será menor de lo que sería a la hora de la comida).
También me gusta que de tanto en tanto haya domingos diferentes, de excursión: de conocer algún sitio.
Pero hace cuatro domingos, mis domingos cambiaron. Fui a un Servicio cristiano, y volver a ir me ha parecido el mejor de los planes para los domingos siguientes.
Silvia Parque
Vaya Silvia! siempre me sorprende ese sentimiento, es uno de los que más me cuesta entender. Que me parece perfecto eh! pero no tengo a que hacerlo comparable para entenderlo.
ResponderEliminarBesos
Tenía gran necesidad de una comunidad donde pudiera darle un espacio, digamos "de expresión y crecimiento" a mi relación con Dios. Y ha sido maravilloso :)
Eliminar¡Besos, Inma!
Me alegro mucho Silvia, todo lo que nos haga felices y nos ayude a crecer y a interpretar el mundo es genial
Eliminar:) ¡Gracias, Inma!
EliminarMe alegro. Para mí es lo mejor del domingo. Un beso.
ResponderEliminarHa sido una bendición. También para mí es lo mejor del domingo, pero en realidad ponerlo así es injusto para todo lo demás, porque bien podría decir que es lo mejor de la semana; es más bien, incomparable
EliminarUn beso, Susana.