domingo, 11 de agosto de 2013

Viajar en autobús

Viajo en autobús. Me hace ilusión viajar en avión, pero viajo en autobús. Hice un camino que se suponía de ocho horas, en diez horas. Eso hace que programe mi camino de regreso, con la previsión de que podría durar dos horas más de lo que se supone.

El camino en carretera es muy agradable: tiempo para pensar, paisajes, y si quisiera, una película tras otra -no leo-. Pero no es lo mismo los tres mosqueteros que veinte años después; si el viaje dura más de dos horas, las piernas empiezan a querer estirarse y las rodillas se quejan. Si se hace de noche, difícilmente consigo dormir más de una hora continua, usualmente cabeceo dándome golpecitos, y si es verano, paso frío porque mi termostato interno no se parece al de quienes administran el calor del camión. Pero está bien. Me gusta ir de un lado a otro.

Silvia Parque

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