lunes, 5 de agosto de 2013

Los hijos de cualquiera

Me conmueve con pena, el peso de la carga que transmite la expresión de las personas entrevistadas en el documental "Los hijos de Hitler". Si dejáramos de creer que quienes hacen cosas monstruosas, son monstruos, estaríamos más cerca de detener las terribles cosas invisibles, que hacen las personas normales investidas del poder de lo que ahora no entendemos como criminal.

Dice Niklas Frank:
No hay ningún crimen alemán que no esté perfectamente descrito. Sólo en las familias terminó todo el 8 de mayo de 1945. Se acabó. Nadie volvió a hablar. Sólo les decían a sus hijos: "vosotros no estabais ahí, no sabéis cómo era". Y después decían: "nosotros no tenemos la culpa; no sabíamos nada y nunca vimos nada". Aunque de una u otra manera todos los alemanes participaron. Pero de eso no se hablaba. 
Dice Bettina Goering:
Yo tenía once o doce años. Estabamos viendo un documental sobre el Holocausto en la televisión y ella estaba presente. Entonces dijo: "todo eso es mentira: mentira". Nosotros le respondimos: "¿Cómo puedes decir eso? Mira todo lo que sucedió". Lo recuerdo muy bien. Después hubo una gran discusión en casa. Eso era lo que hacían para enfrentarse al pasado. Admitir lo que había ocurrido era demasiado terrible. La forma más fácil de evitar la discusión era decir que no había sucedido nunca.
Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Uf! que tema tan terrible, y al mismo tiempo apasionante estudiarlo y analizarlo. Que curiosos, extraños y complejos somos los seres humanos.

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    1. Terrible, Inma, a varios niveles: lo social, lo cultural, lo familiar, lo de cada uno de ellos. Y tan complejo...

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