viernes, 30 de agosto de 2013

Lo que cada cual quiera ser

Veo una película con temática de cuento fantástico en la que un rey guerrero desprecia a su hijo con dotes de músico y poeta. Como en la mayoría de esas películas, la ubicación histórica de la trama es igual de "fantástica" que todo lo demás, pero queda claro que se trata de "hace mucho, mucho tiempo". En pleno siglo XXI, al menos en Querétaro, sigue dándose la misma situación. No es raro que en la universidad haya jóvenes estudiando lo que sus papás querían que estudiaran, aunque ellos querrían estudiar otra cosa.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Bueno, siempre sigue existiendo la lucha entre la vocación y lo que da dinero, con lo que se desprecian carreras de humanidades y letras a favor de todo lo que tenga que ver con económicas, empresariales, derecho o ingenierias entre otras. El error yo lo veo tan claro que hasta me sorprende que alguien se lo piense siquiera, hay que ser feliz y disfrutar con lo que se hace, no ganar dinero, y cuantas veces al final se fracasa estudiando aquello para lo que uno no sirve.
    Besos

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    1. Yo también pienso que hay que hacer lo que a una le gusta. Pero me parece que lo peor pasa no cuando el joven fracasa, sino al contrario, cuando resulta que es suficientemente dedicado e "inteligente" -por usar la primera palabra que me viene a la mente-, como para que le vaya bien en la escuela y en el trabajo, en algo que no es lo que le gusta. En mi escala, poquito menos peor pero también bien triste, es que le vaya bien en algo que sí le gusta, pero que no es lo que ama, lo que de verdad le emociona, lo que más le gusta... ¡Qué cosas!
      Besos, Inma.

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