viernes, 16 de agosto de 2013

Tres semanas sin lácteos

Atravieso por una dieta de tres semanas sin lácteos y con carne solamente una vez a la semana. No es para bajar de peso ni disminuir tallas; es parte de un proceso terapéutico... una larga historia. El caso es vivir tres semanas a base de frutas y verduras, que se pueden acompañar por leguminosas y cereales.

Acepté porque son solamente tres semanas: casi solo dos veces diez días, y luego otra vez al mundo de la pizza y los tacos al pastor. Está sirviendo para darme cuenta de lo desbalanceada que ha estado mi dieta: los primeros días no podía ocurrírseme nada sin queso o crema ni carne; después no se me antojaba nada de lo que se me ocurría sin queso o crema ni carne... ¡Habiendo un mundo de frutas y verduras por disfrutar!

Es difícil cambiar las costumbres y no me presiono. Los primeros días me llené de pan, tortilla, tostadas, galletas; pero escucho a mi cuerpo: terminé con gran incomodidad digestiva y ahora mi despensa está surtida de nueces, pistaches, semillas de calabaza, cacahuates y al menos una bolsa de manzanas.

Silvia Parque

8 comentarios:

  1. Jaja, ay las dietas...Nunca he tenido fuerza de voluntad para hacerlas, pero voy a tener que ponerme a ello, hace días que lo pienso. No sé porqué poco a poco desde hace más de un año me estoy poniendo redonda, ahora un kilo, después otro, y llevo como 4 ya desde mi ideal de peso. Creo que teniendo en cuenta que nada ha cambiado en mi ritmo habitual tiene que ver con procesos hormonales debidos a la edad y me está costando mucho asumir que mi cuerpo cambie o se estropee. Empezar a sentirme "señora" en lugar de "chica" me tiene muy descolocada y no lo asumo, la verdad es que me atormenta.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. :D las señoras son mucho más atrayentes que las "chicas", Inma :D
      ¡Qué cosas! A mí es que no me da la gana ajustarme a que algo "no", pero en esta ocasión me pareció bien: se supone que mi organismo quedará a gusto, y ha sido una experiencia enriquecedora notar lo que voy pensando y sintiendo. Cuando hayan pasado las tres semanas, seguiré con los vegetales en mente...
      Soy empática con ese "descoloque" que dices. Creo que a mí me pasó más o menos lo que te pasa, entre el cuerpo de jovencita y el cuerpo de mujer; pero en mi caso, a mí siempre me gustó mucho lo que veía, más bien temía que al hombre a quien le gustaba tanto lo que se iba yendo, le gustara menos lo que se iba instalando; sin embargo, cuando le pregunté me convenció de que no era así... Ahora pasa otra cosa. Aquel cambio fue, digamos: no-negativo; no engordé, embarnecí; los senos pasaron de esa forma cónica de la adolescencia a la forma redondeada de la edad adulta... Pero ahora me pasa con los centímetros lo que tú ves en kilos; medio centímetro de muslo un año, otro medio centímetro otro año... pero de ningún modo creo que tenga que ser así, ni en tu caso. Para eso está el ejercicio. Otra cosa es que por supuestísimo, lo que a los veinte años se arregla rápido, a los treinta ya no es tan rápido, y a los cuarenta puede ser lento: pero se arregla. Así que yo creo que hay que decidir: ¿queremos tener el cuerpo que queremos, tanto como para hacer lo que es necesario...? o no lo queremos tanto... a mí el año pasado, el gimnasio me duró unos dos meses :S Hablo de lo que es posible, porque efectivamente, yo a los quince no solamente tenía el vientre plano sino que ahí había una especie de curva hacia adentro, muy linda; eso ya no se puede; pero no tener panza sí se puede... ;D me he puesto antipática, pero es que lo digo a ver si me oigo y me pongo en acción :D
      ¡Besos, Inma!

      Eliminar
    2. Pues no te has puesto antípatica, pero mientras iba escribiendo el comentario iba pensando - y al final le pones que si se le ocurra nombrar lo de hacer ejercicio - jaja, y al final se me ha olvidado. Pues toma!

      Eliminar
    3. A mí lo de mover el cuerpo no se me da naadaa natural, pero sí que hace falta, hasta siento que de verdad me lo pide; lo bueno es que creo que todo está conectado, y esto de beber más agua y comer un poco más vegetales como que llama al ejercicio, así que creo que se puede empezar por lo que cueste menos trabajo, y luego eso irá "llamando" lo otro... es que me he propuesto para lo que estoy pensando como "cuarenta esplendorosos". Quiero festejarme todo el año cuando cumpla 35 -ahora cumpliré 33- y llegar a los cuarenta radiante :D

      Eliminar
    4. Yo a los 40 llegué radiante, es más, mejor que nunca al menos por fuera, por dentro estoy cascada hace tiempo jeje, y eso es lo que me está costando dejar atrás, esos 40, a los 42 seguía igual, pero los 46 es otra cosa...

      Eliminar
    5. Eso es muy alentador para mis 32 ;) ¡pero no te rindas!, una cosa es que a lo mejor la talla ya no vaya a ser la misma, y otra cosa es que tenga que haber llantitas o flacidez, eso no tiene por qué ser a menos que una decida que no quiere esforzarse, lo cual se vale; lo de la talla es distinto, creo que necesitamos más talla para caber mejor en el mundo :D -mi esposo escribió algo lindo con mi paso de la talla 5 a la talla 7- pero es cuestión de la mirada: tú mírate con buenos ojos, agasájate con lo que ves, aunque sea por ejercicio: funciona ;D

      Eliminar
    6. En realidad, y si quieres que te diga la verdad, tiene más culpa mi mente que mi cuerpo, es ahí en realidad donde radica el problema, y lo sé, pero no sé como remontarlo, y mira que lo he comprobado varias veces en mi vida, cuando yo me he sentido bien conmigo misma mi cuerpo me ha seguido, parece que deba ser al contrario, que si tu cuerpo está bien tú te sientes bien contigo misma, pero no, al final la mente es la que manda

      Eliminar
    7. ¡Claro que la mente manda! Deveras funciona el ejercicio de agasajarte contigo: te paras en ropa interior frente al espejo, te coqueteas, te vas quitando la ropa, te pones cariñosa... aunque finjas un poquito, luego te entra el gusto y acabas enamorada de ti, y si tú te gustas, ya sabes lo que pasa :D

      Eliminar