miércoles, 14 de agosto de 2013

Exámenes finales en la Universidad

Las caras tristes van emergiendo por los pasillos, como peces muertos en un estanque. No falta a quien le pasa de todo como si el mundo confabulara para no dejarle estudiar o para impedirle llegar a tiempo al examen. Demasiados viven al límite: les faltan unas décimas para pasar, si reprueban la siguiente evaluación serán dados de baja, si no aprueban la siguiente evaluación no podrán hacer sus prácticas profesionales... Cuentan sus penas. Da la impresión de que piensan que esa última cosa que no salió bien, es la "culpable" de la consecuencia que en realidad ha generado una sucesión de hechos, a veces de larga data; como quien culpa al décimo taco del dolor de estómago.

Silvia Parque

8 comentarios:

  1. Cuánta razón tienes. Hace años que intento convencer a mi hijo de que para tener el aprobado seguro hay que estudiar para notable. Por eso le han vuelto a suspender. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¿Verdad?! A veces no sé si no entienden, si hacen como que no entienden, si se lavan el cerebro a sí mismos para no entender... suele suceder que necesitan sacar una calificación en el examen final para "pasar" la materia, digamos un "8", y sacan, digamos, un "7.8", entonces no pasan la materia y les queda ese sabor de boca de que no pasaron por dos décimas en un examen, y olvidan las tareas que no entregaron, los exámenes parciales en que salieron mal, las clases a las que no asistieron y en donde por lo tanto, no tienen participación. Afortunadamente, no todos son así, pero en mi Departamento nos toca trabajar con los que están en estos casos y a veces quisiera zarandearlos para que despierten. Lo peor es cuando verdaderamente les interesa seguir en la universidad, ¡porque sí les interesa!, solamente que parecen armar sus estrategias de vida como niños de cuatro años.
      Un beso, Susana. Suerte con tu hijo. Finalmente, mejor que batalle con la escuela a que tenga líos de otro tipo.

      Eliminar
  2. Jeje, muy bueno el ejemplo del taco, y es que muchas veces pensamos que en un acto podemos enmendar los errores o desidia que se lleva arrastrando durante meses, y las cosas no funcionan así.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso: no funcionan así. Pero me parece menos peor suponer que podemos enmendar el lío con una sola acción, a suponer que "la culpa" del lío la tiene lo último que hicimos. Como el marido que supone que le han dejado porque olvidó la fecha del aniversario: ¡no es eso! es eso más veinte años de olvidar que la mujer estaba ahí...
      ¡Besos, Inma!

      Eliminar
    2. Jo! Es verdad! Ahora he visto el alcance de lo que explicas y ocurre tan a menudo, encima las personas con esos procesos, o falta de ellos mejor dicho, se quedan desconcertados sin entender que ha ocurrido ni porqué, si doy un paso más te diré que en general si les explicas tampoco lo entienden

      Eliminar
    3. De verdad que a veces no lo entienden. Entienden las palabras que les dices, porque hablan español, pero en su corazón se quedan convencidos de que "por poco" lo tenían, y si el otro -profesor, director- hubiera sido "un poco" flexible...

      Eliminar
  3. jajajaja En la Universidad fui alumna Sigma Landa así que no tuve problemas, pero en la secundaria ufffff
    Ay esas disculpas y esas décimas en química que no me permitirían estudiar lo que quería...
    Tienes razón, cuando eres joven no ves el conjunto. Si no pudiste estudiar el último día eso es lo que te fregó el semestre y no tu desidia de durante los seis meses. :P
    Besazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y es que la desidia es poderosa, pero sabe camuflajearse para pasar por inofensiva ;)
      ¡Beso, Dolega!

      Eliminar