martes, 6 de agosto de 2013

El primer paso


Para que las relaciones afectivas vayan bien es necesario que las personas implicadas estén dispuestas a participar "generando" cosas buenas y sorteando dificultades. A veces porque cada cual tiene sus tendencias y preferencias, un tipo de "aportación" recae sobre uno de los miembros de la relación, otro tipo de "aportación" recae sobre el otro. Hablando de las relaciones de pareja, creo que pedir disculpas, así como buscar hacer las paces, son cosas que corresponden a las dos personas.

Quién se disculpa o se acerca primero, depende de muchas cosas; según la canción: "suele ser quien ama más". Puede ser que haya algo que coloque a una de las partes en la posición de molestar o lastimar al otro, en cuyo caso, le correspondería disculparse -e ir a analizar por qué se coloca en tal posición-. Puede ser que haya uno más necesitado que el otro: más necesitado del otro -o de compañía-, más necesitado de controlar la realidad...

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. A veces, de forma natural, sin necesidad de plantearlo, se van repartiendo los papeles, creo que es importante que esté claro lo que cada uno aporta a la relación, tanto en forma sentimental como práctica, mejor saber a que atenerse y que te corresponde hacer.
    En cuanto a lo de disculparse si que es positivo intercambiarse y que se haga por ambas partes, no es necesario siquiera que lo hagas cuando crees que no tienes razón y esperes que te pidan disculpas cuando piensas que sí. Al final no importa quien tiene razón para pedir disculpas, mejor que lo haga el que menos dolido esté, con eso es suficiente. Pedir disculpas casi siempre predispone a que el otro termine pidiendotelas también a ti.
    Besos

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    1. Creo que tienes razón: mejor saber a qué atenerse, qué le corresponde a una. También sobre las disculpas: mejor que lo haga quien menos dolido esté; cuando recurrentemente quien menos dolido está es la misma persona, se aplica el punto anterior: ya sabe a qué atenerse... al final, un acercamiento cariñoso, de buena voluntad, suele hacer que el otro se ablande; como dices: "Pedir disculpas casi siempre predispone a que el otro termine pidiéndotelas también a ti".
      Besos, Inma

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