Creo que Dios puso límite a nuestras fuerzas para que pudiéramos rendirnos y entonces pudiéramos, con humildad y sin expectativas caprichosas, pero con esperanza -quien puede, con fe-, abrir la puerta a las posibilidades de lo que no está en nuestras manos.
Silvia Parque
Yo he vivido muchos de esos porque soy una berrinchona. Desde hace un tiempo, y exceptuando el que pillé publicamente, en mi vida privada hace mucho que me los evito, he llegado a darme cuenta en dos sg. de cuando no vale la pena ni empezar a discutir un punto porque no se llegará a ninguna parte, entonces decido que yo me quedo en mi posición y el otro se quede en la suya, y cada uno se las apañe.
ResponderEliminarBesos
Yo tuve un año terrible, que va quedando lejos, en el que era berrinche hasta el peligro y hasta caer literalmente rendida. Veo -por lo que te he leído- tus berrinches lejos de "crear daño" con todas sus letras ;)
EliminarAhora mis rendiciones no son por la intensidad del evento/proceso/encuentro, sino por su duración, por su extensión... como estar medio mal mucho tiempo, hasta que de tanto medio más medio, se hace muy pesado para cargar...
¡Muchos besos, Inma!