lunes, 4 de marzo de 2013

¡Olé!

Hace años, mi tía la más bonita rechazó un ascenso porque esa responsabilidad le habría quitado tiempo con sus niños. Podría habérselas ingeniado para resolver como proveer cuidado y alimentación a través de otros; pero ese no era el caso: ella quería estar en su casa el mayor tiempo posible.

Mi jefa, en cambio, ha pasado de tener un puesto importante a encargarse de un puesto más importante. Sé que cuando El Jefe le propuso este encargo, ella estipuló condiciones que le permitieran seguir ocupándose -como siempre- de sus hijos. A él no le gustó, pero eso no era negociable.

Olé por cada mujer madre que consigue un arreglo para colocarse en el camino a la realización: tantos arreglos como mujeres, cada uno tan válido como el otro. Va para las que trabajan fuera de casa, pero no porque no lo merezcan las que decidieron no estar en el ámbito laboral.

Silvia Parque

6 comentarios:

  1. Olé, olé y olé Silvia! Y eso no es negociable, y que los hombres que tienen en su manos ascendernos recuerden siempre que si en el trabajo ellos pudieron hacerlo sin renunciar a nada es porque en sus casas hay una mujer que se encarga del hogar, de los niños y que probablemente si tiene que renunciar a cosas, así que no piensen que nos están haciendo favores cuando pedimos tiempo para llevar al niño al médico o acudir a una reunión escolar, si nosotros no lo pedimos tendrán que hacerlo ellos.
    Besos

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    1. Eso, ¡que no es un favor! Entre más lo vivamos como un derecho, más se reconocerá como tal. Y ojalá vaya habiendo más papás pidiendo permisos para atender a sus críos: más parejas asumiendo que los hijos son de los dos.
      ¡Besos!

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  2. Gracias. Cuando hablan de que hay menos mujeres en puestos de responsabilidad yo siempre me pregunto si no será porque muchas simplemente no queremos. Le llaman discriminación laboral, pero a veces se trata sólo de una elección personal. Un beso.

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    1. ¡No hay de qué! Yo creo que hay mucha tela de donde cortar... Para empezar, ¿por qué todas habríamos de querer lo mismo? Estoy segura de que para muchas mujeres, en muchas condiciones, quedarse en casa o trabajar en puestos subordinados o de mandos medios, es la opción que les realiza. En el caso de las "mamás de tiempo completo", no tengo duda de que su ocupación es por demás valiosa, y que beneficia a la sociedad. Pero también sé que en muchos casos no es una elección libre -en los márgenes en los que puede existir la libertad-: sé que existe un techo de cristal en el empleo, que tiene que ver con hacer como si no existiera esta necesidad social de que la mujer sea madre ¡!, y sé que existen un montón de mecanismos socioculturales que hacen a muchas mujeres renunciar a sus legítimas aspiraciones laborales.
      Un beso, Susana.

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  3. Así debería de ser siempre, pero desgraciadamente lo normal es que el cuidado de la familia se convierta en un grave inconveniente para el ascenso de la mujer en el ámbito laboral.
    Besazo hermosa y un placer volver por tu casa de nuevo.

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    1. ¡Siempre eres y serás muy bienvenida!
      Efectivamente, todavía, lo usual es que el cuidado de la familia sea un impedimento para el desarrollo de la mujer en el ámbito laboral: ¡pero no "tiene que" ser así! Yo creo que vamos cambiando, a paso lento, y dos pasos para adelante y uno para atrás, pero se mueve la cosa...

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