Apresurar la respuesta del otro incomoda -molesta o intimida según el caso-, y no deja pensar, al menos no con claridad.
Silvia Parque
martes, 26 de marzo de 2013
Esperar la respuesta
Dando clases aprendí que después de preguntar hay que esperar la respuesta. Con algunos grupos, con algunos alumnos, hubo que esperar un poco más de lo que yo hubiera creído; en todos los casos, no fue que ellos se demoraran, sino que yo había calculado mal el tiempo de respuesta. Aplica también fuera del ámbito docente.
Apresurar la respuesta del otro incomoda -molesta o intimida según el caso-, y no deja pensar, al menos no con claridad.
Apresurar la respuesta del otro incomoda -molesta o intimida según el caso-, y no deja pensar, al menos no con claridad.
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Hay personas que preguntan, pero en realidad no tienen interés por la respuesta, a no ser que sea la que ellos esperan.
ResponderEliminarMe estoy yendo del tema, pero es lo que me ha venido a la cabeza
De eso se trata, de no darle espacio al otro... o bueno, de la sugerencia de sí darle espacio al otro :)
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