Tengo una amiga que cuando era niña, se sumó a la dieta loca de una parienta suya y se puso anaranjada de comer tanta zanahoria. Conmigo no hay riesgo. No habrá una cuarta, pero estoy satisfecha de mí misma.
[Para entender mi satisfacción: Sobrevivir al engorde de diciembre.]
Silvia Parque
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