domingo, 11 de noviembre de 2012

Yo también

Lo dice tan bien, que mejor darle paso a sus palabras:
Mi vientre ha sido el nido de cuatro embriones. Sólo tres alcanzaron a ser bebés. Cada noche acobijo, les doy un beso y la bendición a mis tres hijos. Si: hago la señal de la cruz padre-santo-amén, como lo hacía mi abuela y lo hace mi madre. Así.
Es el comienzo de un claro, preciso y conmovedor artículo de Ana Cristina Restrepo Jiménez: "Por amor a la vida, defiendo el aborto". AQUÍ puede leerse completo.

Silvia Parque

4 comentarios:

  1. ¿En serio estás a favor del aborto?. Creo que prefiero no saberlo. Un beso.

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    1. Soy cuidadosa con las expresiones porque es un tema delicado, así que: a favor del aborto en sí mismo, no. Me parece que es casi siempre una decisión crítica, dolorosa y penosa.
      A favor del reconocimiento al derecho a abortar, y de la procuración de condiciones dignas para hacerlo, sí; decididamente.
      Un beso, Susana.

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  2. En eso no podemos disentir más. Cuando una mujer aborta hay dos seres humanos implicados: ella y su hijo. Ese feto indefenso tiene ya toda la potencialidad para convertirse en una persona de pleno derecho, con sólo que se le permita seguir viviendo. La mujer no puede tener derecho a matar a otra persona sólo porque está en su útero alojada temporalmente. En casos muy desesperados se podría admitir una excepción, pero no como regla.

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    1. Lo sé, Susana: diferimos. Creo que cuando una mujer aborta hay dos entidades de la especie humana, implicadas, y que el feto tiene toda la potencialidad para convertirse en una persona de pleno derecho; para mí eso (que va a "convertirse en") implica que no lo es.
      Pero creo que podríamos estar de acuerdo en que el aborto es algo no deseable, algo doloroso, algo de lo que se ha hablado y que incluso se ha promovido, irresponsablemente.

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