He hecho lo que me ha dado la gana, y muchas veces no ha sido lo conveniente. Ha estado bien, porque me gusta mi vida; pero me ha metido en líos, sobre todo psíquicos, y a veces los precios los he pagado con intereses.
Diría que es una suerte encontrar compañía para un camino como el que era posible para mis pies -con dedos en forma de garra y que se tuercen-, pero la verdad es que el que pudo enredarse en mis piernas, formó el eje de este sentido-dirección, por el que vamos yendo. [De cualquier forma, para él: gracias]
Silvia Parque
Siento no tener tiempo para contestar a todos tus post pero todos me hacen pensar. Yo también tuve una época en que andaba perdida y mi amor por mi marido me salvó. Un beso.
ResponderEliminarValoro mucho cada uno de tus comentarios, Susana :)
EliminarYo estoy pensando que lo mío más que una etapa es mi configuración... y no sé bien si mi marido me salva de mi locura o de mí misma, o si me vuelvo loca por él y de lo que me salva es de la normalidad; pero me gusta la palabra que has usado: salvar.
¡Un beso!