Una puede perderse de varias experiencias por falta de valor, pero finalmente, una se perderá de montón de experiencias por falta de tiempo de vida y habrá montón de experiencias para las que no hace falta valentía. Poniéndolo en ejemplo: a mí me dan miedo los juegos mecánicos de las ferias, por lo que me pierdo de la aventura de atravesar rieles retorcidos a gran velocidad; pero soy suficientemente feliz tomando té con una vista bonita. En cambio, trabajo en la valentía para asumir la forma en que quiero vivir, independientemente de lo que parezca más apropiado o lo que se supone debe ser.
Silvia Parque
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