viernes, 14 de septiembre de 2012

No es una entrada agradable

Un comunicador desapareció hace casi una semana. Importa que sea comunicador porque apagar su voz amenaza las gargantas de todos. El caso está muy lejos de ser el primero, así que la amenaza está muy viva. Algo vivo entre mucho muerto.

Aquí, los que desaparecen son nadie. No se cuentan, ni se cuenta sobre ellos, porque no cuentan. Algún vínculo afectivo nos hace notar cuando un alguien particular, que es alguien para nosotros, no está. Pero vamos y venimos del trabajo mientras cientos dejan de poder moverse. De algún modo, hay que hacer que cuenten.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. La situación en tu país parece preocupante. Espero que podáis solucionarlo pronto.
    Mi cuerpo me manda habitualmente y dependo de mis achaques antes de intentar hacer cualquier cosa.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí me preocupa; muchos piensan como yo, pero también hay muchos que piensan que hacer notar lo que está mal, no es más que amargura, pesimisimo. No tendrá solución pronto, pero tengo fe en que tendrá solución.
      Sin duda, el cuerpo manda, así que hay que "quedar bien con él", ¿no? Tratarlo bonito ;)
      Un beso, Susana.

      Eliminar