sábado, 4 de agosto de 2012

Sobre mis pies

Más de una vez me han temblado las piernas cuando noto que esos dos pies son lo que me sostiene. Transitar nada más con una misma es terrible, no porque cause miedo, sino por lo inconmensurable de la cuestión; ahí están todos, millones de personas, millones de millones de seres vivos, y para quienes tenemos suerte, ahí están las personas que amamos y que nos aman, cerca, juntito, a veces en la misma cama, a veces con el cuerpo empalmado. Pero la vida viene en porciones individuales, cada cual consigo mismo, nada más. 

Tomar conciencia de esto es más difícil para las mujeres, al menos en las culturas en las que nos dicen que somos, sobre todo, compañía, y que valemos en la medida en que somos acompañadas.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Llega un momento en que te das cuenta en que al final todo depende de ti misma. A mí también se me ha roto la lavadora. Un beso.

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  2. Para mí, siempre cuidada y consentida, ha sido un proceso doloroso descubrirlo, pero el resultado es hermoso: permite la plenitud de mi vitalidad. ¡Un beso!
    [Veamos qué le depara el futuro a nuestra ropa sucia.]

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