domingo, 24 de junio de 2012

Entre la lluvia y esta casa, no hay nada personal

Gracias, lluvia, por hacerle bien a los cultivos.

Vino la lluvia, le quitó el sol a las tortugas, entró por la gotera, entró por debajo de la puerta. Se fue.

En lo que todo eso sucedía, tuvo lugar otra muestra de que hay un momento adecuado para hacer las cosas, que estaría mejor reconocer y emplear debidamente:

Temiendo que estuvieran mojándose las revistas que quedan debajo de la gotera, fui a revisar. Secas. Todo depende de la dirección de la lluvia. Esta vez, era dirección-que-sí-hace-trabajar-a-la-gotera, así que estábamos de suerte. Me ocupé. Oí golpecitos. Entendí: el agua contra algo. Por supuesto: el agua contra las revistas que estaban debajo de la gotera.

Silvia Parque

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