martes, 31 de enero de 2012

De un momento, de tiempo atrás o de siempre

Vivo con gente excepcional.
Así me pasa.
Me dijeron que veo el lado bueno de las personas. También es así.
Pero no es eso. En mi camino aparecen buenas personas, y con frecuencia inusitada, personas excepcionales.
Me han dicho que la  magia está en la combinación de los otros conmigo, es decir, que tengo que ver.
Seguramente tengo que ver, pero en verdad, soy bendecida.
Agradezco profundamente a las personas en mi camino.
Quién sabe a dónde iré, pero la compañía es de lo mejor.

Silvia Parque

lunes, 30 de enero de 2012

Distancia

La necesidad de la máquina. La necesidad de la red. El mejor o el peor momento para releer "La utopía de los seres posthumanos".

Silvia Parque

viernes, 27 de enero de 2012

No sè si en verdad le pase a todo el mundo...

Confirmo que en mi caso, no sè bien lo que tengo "hasta que lo veo perdido". Despuès de dìas sin internet, me doy cuenta de todo lo que he desaprovechado la red. Ahora, desde un lugar con un teclado que no responde a mi solicitud de acentos normales, supongo que si tuviera internet en casa, escribirìa una entrada interesante sobre alguna cosa un poco màs allà de mì misma.

Silvia Parque

miércoles, 25 de enero de 2012

Cinco minutos más

Justamente ayer leía un articulito sobre las bondades de madrugar. Tenía sentido. El autor tenía en cuenta, sin embargo, que la opción no era la mejor para todos.

La semana pasada, por otra parte, leí algo de Deepak Chopra sobre el sueño y los ritmos circadianos. Desaconsejaba el desvelo.

Luego de que mi cuerpo resolviera no madrugar independientemente de la trascendencia de lo que hubiera que hacer, ahora tampoco se desvela, ¡y quiere siesta por la tarde! Habrá que poner orden.

Silvia Parque

martes, 24 de enero de 2012

Espacio virtual

Platicando persona a persona, concluyo que tal vez, el espacio virtual es el espacio donde más estoy.

Aquí me siento a gusto, quepo, puedo, soy yo misma.

Silvia Parque

lunes, 23 de enero de 2012

En el "ciber"

Escalofriante acumular los días sin internet en casa. Requiero continuamente acceder a mi correo electrónico o a plataformas de información. Esto no se adecúa al sistema tarifario de este sitio, que cobra por cada media hora transcurrida.

Ahora, debo enviar un archivo antes de que se haga de noche, y olvidé guardarlo en la USB. Por cosas como esta, dejo esperando todo lo que no es urgente, viendo con pesar cómo van cobrando urgencia todas estas cosas que hago esperar.

El teclado tiene las teclas duras. La voz chillona de un niño me da cuenta de cada vez que sucede algo bueno, malo o intrascendente en su juego. Quiero mi conexión, y la quiero desde mi lap. A-H-O-R-A

Silvia Parque

viernes, 20 de enero de 2012

Anoche soñé contigo

A veces el sueño de la noche queda rondando parte del día, en gran parte de la piel.

Silvia Parque

miércoles, 18 de enero de 2012

La oficina es de quien la ocupa

Café muy cargado y una vista impresionante desde la enorme ventana de esta sala que es mi oficina.

Las oficinas son de quien las ocupa. Y yo "soy de aquí", de las puertas pesadas, los muebles ligeros, las sillas ergonómicas y las paredes vacías.

En la secundaria, un profesor trataba de hacernos entender que debíamos cuidar el mobiliario, instruyéndonos sobre la diferencia entre: 1) que las cosas fueran de nosotros y 2) que fueran para nosotros. Me pareció una gran explicación: debíamos cuidar las cosas tanto porque no eran de nosotros, como porque eran para nosotros. Por esos años  me fui iniciando en suponer que el mundo es para mí, al menos la parte del mundo que quiero: se me ofrece, me llega, tiene mi nombre en un cartelito invisible.

Alguien más llega a esta larga mesa ovalada y me gusta que luego de saludarnos y comentar cualquier cosa, volvemos cada cual a su laptop, él a su Toshiba y yo a mi Compaq.

Silvia Parque

martes, 17 de enero de 2012

El gusto de hacer

Es un asunto newtoniano: el equivalente antropontológico de un cuerpo en reposo, es un ser en suspenso -como el primo Juancho-. Si una fuerza activa el movimiento, por inercia llegarán la iluminación, la ventilación, y con ellas, la pequeña alegría cotidiana que armoniza a la persona con el momento.

Silvia Parque

lunes, 16 de enero de 2012

Sobreviviendo sin red

Traté de trabajar sin internet.

Encontré que mis interacciones laborales están atadas al correo electrónico, y que el curso de mis actos depende en una medida escalofriante, de plataformas virtuales de información.

Silvia Parque

domingo, 15 de enero de 2012

Ceviche para el domingo

Con mi reconocimiento a Liz y Pepe

He almorzado tostadas de ceviche. "Blanco", dicen aquí, para el que está cocido en limón.

Mi primer encuentro con él no fue la gran cosa; lo probé con sospecha ante la verdura y lo medio crudo, y dictaminé un: "es comible". Años después conocí una versión sonorense de incomensurables efectos; apenas logré obligarme a dejar de comer, oliendo el pescado impregnado de cuantacosa y con la boca llena de sabor, queriendo más.

Luego descubrí un buen lugar en el mercado; de las pocas cosas que me hacen disfrutar el mercado por la mañana. Es una delicia, y el gusto dura para el domingo entero.

Silvia Parque

sábado, 14 de enero de 2012

Desconectada

Hace un par de días no tengo señal de internet en casa. Sé que es un lugar común, pero quiero asentar que me encuentro desconectada del mundo.

Lo tomé de la mejor manera; de lunes a jueves puedo conectarme en la universidad y podría programar las entradas para que los blogs tuvieran la correspondiente de cada día. Hasta pensé que esta falta me haría más eficiente con la siguiente organización: no atender el correo electrónico sino de lunes a jueves, reducir el número de visitas al muro de facebook y sobre todo: avanzar en la tesis sin googlear cada cosa que me causa duda. Entonces caí en la cuenta de que no podría ver Cuéntame...

Al menos, nunca he portado internet en el teléfono. Debe ser peor perder ese grado de conexión.

Silvia Parque

jueves, 12 de enero de 2012

Donde manda capitán...

Cuántas horas de sueño son necesarias, lo determina el cuerpo. Ninguna otra cosa. Hace pocas concesiones, que tienen que estar muy justificadas; siempre cobra algún extra por eso.

Silvia Parque

miércoles, 11 de enero de 2012

Huimilpan en corto

Se hace media hora en coche de Querétaro a Huimilpan. El camino es muy bonito (sobre todo para alguien que viene de una parte del país desarbolada). La plaza central es muy agradable, y es interesante visitar la Parroquia de San Miguel Arcángel: dentro se observa la "cruz del migrante", en madera hueca, casi como escaparate de un par de filas de gorras representativas de los lugares a donde migran los hombres de la comunidad. En el atrio del templo hay una cruz antiquísima, y una puede quedarse pensando en las dos cruces.

Silvia Parque

martes, 10 de enero de 2012

Soy más bien medio cigarra

Ayer dormí una reparadora siesta vespertina que mi cuerpo reclamó hoy como si estuviera en su derecho. Le di lo que pidió. A ver cómo nos va más tarde que empiece a ocuparme.

No soy trabajadora. Le dedico tiempo y energía a la ocupación por la que recibo ingresos, tanto porque la ocupación me place, como porque valoro los ingresos, que amplían mi oportunidad de estar bien y a gusto. Pero a diferencia de varias mujeres que conozco, puedo estar buenamente echada toda una tarde y otra más (sobre todo, imaginando historias). Lo que se dice "hacer nada", para mí está muy bien; es un modo de ser.

Silvia Parque

lunes, 9 de enero de 2012

Hasta dónde

Leo una crítica a un comercial de la televisión peruana, de hace más de un año (el comercial y la crítica). Según la autora, se estaba humillando a un niño, se le había convertido en objeto, como tantas veces se hace con el cuerpo de las mujeres.

A mí el comercial me pareció divertido. Y me confundí.  Ahora desearía haberle puesto más atención a Freud con lo de los chistes. El chiste tiene qué ver con la desgracia de alguien. Es desagradable y políticamente incorrecto hacer chistes con las desgracias de los cercanos; pero si están lejos, se admite porque no se les alcanza a percibir como personas.

Yo también me reí de algún chiste de Ninel Conde; pero me pareció que pobre mujer, que no me gustaría ser el blanco de los chistes del país, que su familia pasaría apuros, así que dejé de participar en el carnaval a su salud. Entendí que los demás siguieran en él; una figura pública se expone; sin embargo, eso no es en realidad una disculpa para la burla.

¿Qué tan en serio es? Cuando era niña y otro niño salía llorando, en mi casa decían cosas como "es que no saben jugar bien" o "es que no sabes hasta dónde". Creo que tiene que ver con eso. Pero ahora mismo no sé cómo.

Silvia Parque

domingo, 8 de enero de 2012

Soñar nada extraordinario

"La pesadilla", de Füssli, tomada de AQUÍ.
Los sueños son el resquicio de lo que no debe aparecer, de lo que no querríamos que apareciera.

A veces, reciben a viejos amores o a personas muertas o a la representación de amores que murieron.

En ese mundo donde todo puede pasar, yo nunca tengo experiencias extraordinarias; mis sueños están llenos de cotidianidad, pero muy seguido me dejan atónita.

Silvia Parque

sábado, 7 de enero de 2012

Época de oro

He redescubierto un tesoro en el viejo cine mexicano. Lo disfrutaba mucho cuando era niña; veía las mismas películas que pasaban una y otra vez por la televisión; ahora las aprecio diferente y encuentro muchas de las que no tenía idea. Me gusta ver las entradas larguísimas con todos los créditos, casi siempre en tipografía estilizada y con sorpresitas como que un argumento es de Alejandro Casona o que la fotografía es de Rosalío Solano. Por ahora, las veo en pedacitos mientras termino la tesis; es mi premio después de unos veinte minutos de corregir. A varias, mejor las dejo para después, para cuando pueda sentarme a solamente estarlas viendo (ahora me levanto a hacer otras cosas mientras los personajes se enredan y desenredan).

Silvia Parque

viernes, 6 de enero de 2012

Entrelazar

Nos pertenecemos. Nos debemos unos a otros. Cruzamos los caminos; encontramos un cuerpo tibio y agregamos la sensación a la memoria; soltamos algunas manos: nos tapamos la cara para estar solos. Nos hacemos daño porque dejamos por ahí un pedazo de lo que hemos sido y otro pedazo de lo que somos; porque se nos incrusta el pedazo de algo de un desconocido. Nos liberamos. Cortamos lazos, cambiamos de camino. Nos encontramos con un nombre distinto, en el momento de vivir, en el mejor momento. Solos, sin taparnos la cara, con los ojos abiertos. Y ahí estan todos los demás. Y les pertenecemos.

Silvia Parque

jueves, 5 de enero de 2012

Trasero aplanado

La mayor parte de las cosas que me gusta hacer implican poco movimiento del cuerpo. Paseo y me entretengo contemplativamente. Más que eso: a menudo, mi integridad física se ve comprometida por el afán de alcanzar algo desde mi lugar: me estiro y estiro, inclinando la silla para no levantarme. Permanecer sentada un buen rato es algo que nunca me ha incomodado. Por eso me sorprende que esta vez, no serán mis ojos los que pongan límite al maratón de tesis...

Silvia Parque

miércoles, 4 de enero de 2012

Seducida por la realeza

No me pareció lógico colocar ese punto después de las comillas; el entrecomillado se refiere a la frase completa y si la frase incluye el punto, ¡incluye el punto! Tenía meses considerando la cuestión como un rumor que podía desaparecer; pero tampoco había desaparecido la nueva acentuación de 'solo'. Entonces entré al panhispánico (el DPD) y me dobló el encanto de la Real Academia. ¡Claro que no iban a dar a la tilde, el trato bárbaro machacado en los anuncios de la reforma! No:
Se trata de una palabra llana terminada en vocal, por lo que [...] no debe llevar tilde. Ahora bien, cuando esta palabra pueda interpretarse en un mismo enunciado como adverbio o como adjetivo, se utilizará obligatoriamente la tilde en el uso adverbial para evitar ambigüedades [;] también puede dehacerse la ambigüedad sustituyendo el adverbio solo por los sinónimos solamente o únicamente.
Nunca he tratado a otras autoridades del lenguaje con la reverencia que a veces se percibe en los ámbitos académicos; por didáctica, he contribuido a mantener el halo de misticismo que parece necesario para iniciar a los estudiantes en el mundo de hablar y escribir "en científico"; pero cuando llega su momento, explico que las decisiones de unos cuantos -expertos, por supuesto-, no son sino, simplementente, el ejercicio de su criterio -más legitimado, que no siempre más legítimo-.

Así, acabé puntuando de la actual manera correcta, la frase que tomé de alguien más. Enterada y feliz.
El texto que va dentro de las comillas tiene una puntuación independiente y lleva sus propios signos ortográficos. Por eso, si el enunciado entre comillas es interrogativo o exclamativo, los signos de interrogación y exclamación se escriben dentro de las comillas [...] De esta regla debe excluirse el punto, que se escribirá detrás de las comillas de cierre cuando el texto entrecomillado ocupe la parte final de un enunciado o de un texto.
¡Me gustan tanto las palabras que hablan de palabras! ¿Qué suena tan bien como "adverbial"?

Silvia Parque

martes, 3 de enero de 2012

Cuidados mexicanos para labios partidos

Amanecí con los labios partidos. Creo que he besado poco

Mi pequeña barrita de pomada "Jaloma" (3 gramos) se compone de vaselina blanca, parafina y manteca de cacao (más fragancia y colorante); presentación "cereza".

Satisfecha por mi adquisición (creo que costó unos tres pesos), entro a la  página de la empresa.

Me gusta leer las historias de las empresas mexicanas: siempre me parecen exitosas si continúan existiendo. En este caso, los "orígenes como Grupo Jaloma se remontan al año de 1940..." Luego, como si no tuviera el tiempo encima y a un marido haciendo bromas sobre el final de mi tesis, me entretengo con el catálogo de productos (me gustan los catálogos hasta de las cosas que no me interesan). También me entero de que maquilan para marcas como "Walmart" o "Bayer".

Ahora la barrita ocupa diferente el mismo espacio, como si su etiqueta roja fuera más notoria, como si su presencia tuviera un otro sentido.

Silvia Parque

lunes, 2 de enero de 2012

Días nublados

Amo los días nublados. Creo que por la luz blanca, apacible como el frío que se llama "fresco".

Hay días parecidos en el lugar de donde vengo: los días de cuando hace mucho frío. Allá esta luz parece que acaba de limpiar el mundo porque hay mucho horizonte -lo cual hace que la ciudad tenga cierto espíritu de "descampado"-. Acá parece que una ha quedado apresada en una depresión del terreno... al menos esa impresión da estar en mi casa, que es pequeñita y está un poco chueca.

Para algunas personas, la falta de sol es triste. A mí me alegra. Es ideal para estar sentada, cubierta con un chal, tecleando la tesis.

¡Cómo me gusta el día!

Silvia Parque

domingo, 1 de enero de 2012

La Cañada

Un cono de nieve de zapote en La Cañada, donde parece que Dios entra por los vitrales del templo, mientras en el río, la arboleda provee manojos para hacer "limpias".

De camino, La Fábrica de Hércules me sorprendió con sus fechas (escritas en una pared del costado).

En la plaza, un policía me contó que por ahí hay mucho dinero porque eran comunes los asaltos a las carrozas que iban de paso y los ladrones escondían el botín en los cerros. Más adelante, está el pueblo de Chucho El Roto...

Silvia Parque