Estoy de un cansancio que duele. Pero a gusto. La cabeza, que es taladrada por el efecto retardado del desvelo, se ha hecho un casco de dolor de manera que el taladramiento no lastima.
Voy a dormir. Pero antes me meto hasta el fondo de la experiencia: ¿qué cuerpo es éste que me puse a mortificar? Ya no creo que sea mi recipiente.
Silvia Parque
No hay comentarios:
Publicar un comentario